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Por: Gregory Castro

La educación eficaz es el resultado de varios siglos de investigación y análisis del pensamiento humano en sentido general. Con el paso de los siglos hemos heredado todo un conjunto de teorías que nos han permitido desarrollar métodos y técnicas altamente efectivas en el proceso educativo y formativo de nuestros hijos. Educadores, psicólogos, médicos y líderes religiosos nos han establecido la sólida base sobre la cual construir.

Dos Aspectos Fundamentales

En la actualidad, la educación formal, desde muy temprana edad está en manos de hombres y mujeres que se preparan profesionalmente para dicho fin. Sin embargo, como lo resaltó en sus Cartas Sobre Educación Infantil, el educador suizo Johann Heinrich Pestalozzi, precursor de la pedagogía contemporánea, hace énfasis en el papel trascendental que desempeña la madre en la formación de la personalidad y la educación elemental del niño. Obra que data desde el 1818-1819, y escrita en forma epistolar; presenta un total de 34 cartas dirigidas a su amigo inglés James Pierpoint Greaves, gran admirador de sus teorías educativas.

En ese mismo orden de ideas, Elena White declaró que el verdadero objetivo de la educación era devolver la imagen perdida de Dios al hombre, y que esto era responsabilidad directa de los padres.De manera que una propuesta que pretenda formar líderes para el mañana debe hacer un sincretismo sabio, y rescatar algunos elementos que son vitales para el desarrollo armonioso de las facultades de los seres humanos. Para educar en el máximo nivel es indispensable que como padres asumamos el papel que realmente nos corresponde en el delicado proceso de formar líderes para el mañana. Es una realidad científica, los resultados que se pueden obtener cuando se anticipa el juicio y se practica deliberadamente la estimulación a los niños, incluso antes de nacer. De modo que, la ENTREGA PATERNA en la formación de los hijos cobra un nuevo valor si queremos formar líderes que saquen este mundo a una mejor estación. La implicación de esto es que una educación de esta naturaleza no es un asunto que se pueda establecer como una filosofía institucional o técnicas pedagógicas, sino como un “ESTILO DE VIDA” en donde convergen la familia, la religión y centros educativos. Esta tríada permitirá establecer los patrones de acción que lograrán alcanzar los objetivos de vida en los niños y niñas.

Hay un segundo aspecto que debemos tener en cuenta en la educación eficaz y me refiero a la tecnología y la familiarización del niño y niña con la misma. El mundo se inclina ante la computación, y todas las disciplinas hoy le rinden honor, a tal punto que usted puede hacer cualquier transacción comercial desde su casa o hacer estudios superiores por Internet, o estar al día con investigaciones actualizadas, etc. Por lo que es imperante que los niños y niñas se familiaricen con la tecnología lo más posible, a fin de que su crecimiento sea correspondiente con la sociedad en términos de nuestros tiempos.En este sentido, la mayoría de los padres tienden a ser demasiado cuidadosos y difícilmente toman tiempo para enseñarles cómo manejar el control remoto del televisor, el radio, el computador u otros equipos por considerarlos muy costosos. Esta actitud de extremo cuidado limita el conocimiento de nuestros hijos que ante el desafío tecnológico se ven avergonzados frente a sus compañeros o maestro por su inexperiencia en este sentido, en una época cuando las personas hasta se casan por Internet a través de un computador. Quisiera sugerirle a los amigos lectores que integren en su estilo de vida el sabio y popular proverbio que dice: “Las personas son más importantes que los objetos”. Podríamos decir que “el mundo depende de una tecla”. En otro orden de ideas, en la educación moderna se ven parámetros dualistas que afectan a la mayoría de las personas en cualquier parte del mundo.

Una escuela para pobres donde los niños están desprovistos de los materiales didácticos indispensables para el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales. Por otro lado, una escuela donde van los ricos con todos los elementos necesarios para lograr los objetivos. Lo dicho es la realidad que agobia a padres y madres que ven la vida distribuida injusta y caprichosamente. La pregunta que cabe en el momento es ¿qué hacer con lo que tenemos a mano? Esto me trae a la mente un incidente que relata la Biblia, en el libro de Éxodo, en el capítulo cuatro y versículos uno al tres. En Ella, Dios llama a Moisés a realizar una obra de rescate sin ningún equipo de primeros auxilio o algo que se le pareciera, a tal punto que Moisés se sintió abrumado ante esta disyuntiva de realizar una obra de tal envergadura sin los “recursos” necesarios para alcanzar los objetivos que se le habían planteado. En ese momento la pregunta que le formularon al asustado líder fue ¿qué tienes en tus manos? La respuesta no se dejó esperar “una vara”, un simple objeto de madera, si, un palo para cuidar las ovejas. ¿Te das cuenta? Con esto no se asusta ni siquiera un soldado recién ingresado a la milicia. El resto de aquella historia finaliza con una vara que fue el instrumento visible para la realización de una labor que quedó registrada en la historia sagrada como uno de los grandes hitos de la fe hebrea. Volviendo al punto anterior, la educación en el máximo nivel y sobre todo la que proponemos en este material está basada en un proceso integral de acción conjunta que nos permita usar la “vara” para realizar esta labor. Es decir, poner el énfasis en lo que es realmente de valor en todo el proceso de formación de nuestros hijos, convirtiendo dicho proceso en un verdadero aprendizaje significativo. Lo dicho anteriormente busca sacarnos de nuestras limitaciones reales o inventadas y colocarnos en el verdadero principio en la construcción de los lideres del mañana: “mi gran responsabilidad como padre”.

Una prolífera escritora cristiana declaró: “Sobre los padres descansa una gran responsabilidad: pues se reciben en la tierna niñez la educación y la preparación que dan forma al destino eterno de los niños y jóvenes. La obra de los padres es sembrar la buena semilla diligente e incansablemente en el corazón de sus hijos, ocupando sus corazones con una semilla que dará una cosecha de hábitos correctos, de veracidad y obediencia voluntaria. Los hábitos correctos y virtuosos que se forman en la juventud generalmente señalan el curso del individuo a través de la vida”.

1. Esta declaración nos impulsan a pensar y subrayar el hecho de que la educación que procura un desarrollo optimo, no es de exclusividad para los que poseen el dinero; pues, sin importar la cantidad de dinero que se posea; todos podemos transmitir los valores que son la base fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas, implicando un compromiso y una dedicación que no tienen precio pues se requiere de los padres priorizar, objetivisar, poner la familia en una verdadera perspectiva de vida como lo describe Thomas (1995) al decir: “Los padres o tutores ejercen los efectos más poderosos sobre la mayor parte del desarrollo social de los niños. Para bien o para mal, actúan como modelos, articulan actitudes y creencias, y comunican y aplican demandas conductuales”

2. Mas adelante agrega: “Los niños aprenden muchas de sus actitudes y valores más penetrantes, incluyendo las creencias religiosas y políticas, por medio del modelamiento y socialización con los padres”.

3. El punto, es cambiar algunos patrones de conducta y dar a César lo que es de César, a Dios lo que es de Dios, a la familia lo que es de la familia y al compromiso de educar lo que es realmente educar. En una ocasión una maestra pidió a sus alumnos que escribieran en una hoja de papel su deseo más intenso para Dios. Hubo una carta que conmovió a todas las personas y más tarde fue publicada en el diario de aquella ciudad. La carta decía lo siguiente: “Señor, tú que eres bueno y proteges a todos los niños de la tierra, quiero pedirte un favor: Transfórmame en un televisor… para que mis padres me cuiden como lo cuidan a él, para que me miren con el mismo interés con que mi madre mira su telenovela favorita, o papá el noticiero. Quiero hablar como algunos animadores, que cuando lo hacen, toda la familia se calla para escucharlo con toda la atención y sin interrupciones. Quiero sentir que mis padres se preocupan por mí, tanto como lo hacen cuando el televisor se descompone y rápidamente llaman al técnico. Quiero ser un televisor para ser el mejor amigo de mis padres y su héroe favorito. Señor por favor aunque sea por un día… Déjame ser un televisor”.

4. Este es el grito desesperado y silente de muchos niños que han perdido el sentido de importancia por la forma invertida que la sociedad esta entretejiendo los valores y las prioridades. Yo espero que este no sea el deseo de tu hijo o hija.Por otro lado, al dar un vistazo al salón de clase, encontramos a un grupo de chicos con un deseo extraordinario de aprender, pero al mismo tiempo vemos un maestro o maestra que desempeñan esa función con el concepto de “pasajeros cortos”. Una expresión que escuchaba frecuentemente en los días cuando cursaba la licenciatura en teología viajando desde Santo Domingo hasta Sonador Bonao. Y se aplicaba a aquellos pasajeros que viajaban a corta distancia por lo que el ayudante le decía al chofer “no te detengas es un pasajero corto”; que por lo general, según ellos era una pérdida de tiempo montarlo en la guagua (autobús), pues no daban beneficios. Los profesionales de la pedagogía con este concepto solo pasan por los salones de clases como una catapulta, o simplemente hasta que aparezca otra cosa mejor pagada y menos complicada. Esto nos supone un individuo con una entrega a media o a cuarta, condición desfavorable para dar la motivación necesaria al aprendiz o simplemente para cumplir los requisitos a plenitud y con dignidad. Por lo tanto necesitamos un cuerpo de docentes comprometido con la misión de enseñar en el nivel máximo. John Paul en su obra maravillosa Amor Incondicional declara: “Para amar incondicionalmente a alguien debemos saber primero si hay una persona o una causa por la que daríamos la vida, pues es imposible amar de otra manera”.

5. Esto representa una responsabilidad “extra”, pues la falta de integración existente entre padres o tutores con relación a la escuela o calidad de la enseñanza debe desaparecer rotundamente en los responsables de crear líderes para el mañana. No te niegues el placer de darlo todo pues la recompensa podría sorprendente. Cuenta la historia que en una ocasión se encontraba un pobre ciego mendigando algunas monedas para su sustento. Escuchó a la distancia que venia el rey y pasaría por allí, de manera que extendió su mano y pidió una monedita, pensando que el rey le daría mucho más. Para su sorpresa el rey le dijo: “Yo soy tu rey y por ende debes darme algo por ser tu rey, de manera que busca y ve que me puedes dar”. Sorprendido el mendigo, le dijo al rey que el no tenía nada que le pudiera dar. A lo que el rey replicó: “Busca, busca, que algo encontrarás para darme”. El mendigo desilusionado y enfadado entró las manos en su bolsa que tenía llena de diferentes cosas, tocó un pedazo de pan, pero era muy grande, luego una naranja, no, muy grande, y finalmente encontró habichuelas y sacó cinco granos de habichuelas, y extendió la mano de mala voluntad. El rey tomó los cinco granos de habichuelas y llamó a su ayudante y le dijo: “Dale por cada uno de los granos de habichuela una moneda de oro”. El ciego exclamó que tenía muchos granos más pero el rey le respondió que recibió conforme a lo que dio de corazón aunque de mala voluntad. La anécdota es suficiente para hacernos entender que como padres, educadores o pastores: Debemos darlo todo, complemente todo. Pues usted y yo; independientemente del credo religioso que profesemos, no creemos en algo así como evolución intelectual y sin lugar a dudas cosechamos lo que con esfuerzo sembremos.

Notas y Referencias:

1. Tomado del libro lecturas matinales A Fin de Conocerle, pág. 43.

2. Tomado de libro de Psicología Educativa de Thomas L. Good y Jere Brophy, en capítulo Desarrollo Moral y Social, en la p. 82, bajo el titulo “Influencia Familiares”.

3. ______, Ibíd.

4. Esta carta fue tomada del libro Dirigente del Mundo Futuro de Carlos C. Sánchez en la pág. 28. El autor del mismo no da la fuente de donde fue escrita dicha carta por lo que hasta el momento se considera de producción anónima. No obstante la misma refleja la gran necesidad de nuestros niños hoy cuando pareciera que se escucha de mil manera el grito de un niño pidiendo un poco de atención.

5. Tomado del libro Amor Incondicional o Amor sin Límites, p. 12.

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