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La Familia en Bendición es una Promesa de Dios.

INTRODUCCIÓN

Texto: “…y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.” Gén. 12:3b.Un hombre de cierta edad vino a la clínica donde yo trabajo para hacerse curar una herida en la mano. Tenía bastante prisa, y mientras se curaba le pregunté qué era eso tan urgente que tenía que hacer.Me dijo que tenía que ir a una residencia de ancianos para desayunar con su mujer que vivía allí. Me contó que llevaba algún tiempo en ese lugar y que tenía un Alzheimer muy avanzado. Mientras acababa de vendar la herida, le pregunté si ella se alarmaría en caso de que él llegara tarde esa mañana. -No, me dijo. Ella ya no sabe quién soy. Hace ya casi cinco años que no me reconoce.Entonces le pregunté extrañado. -Y si ya no sabe quién es usted, ¿por qué esa necesidad de estar con ella todas las mañanas? Me sonrió y dándome una palmadita en la mano me dijo: -“Ella no sabe quién soy yo, pero yo todavía sé muy bien quién es ella”. Tuve que contenerme las lágrimas mientras salía y pensé: -“Esa es la clase de amor que quiero para mi vida. El verdadero amor no se reduce a lo físico ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es… ” Proposición: La familia en bendición sólo se halla en Cristo.F/T: Veamos a través de la Biblia la familia que Dios diseñó.

A. ¿POR QUÉ NO TENEMOS LA FAMILIA EN BENDICIÓN?A.

La familia comenzó con la bendición de Dios.

Génesis 1:28 dice: “Y los bendijo Dios…”. Está bendición incluía varias cosas:1). La aprobación espiritual de Dios como pareja. Adán esperó en Dios la provisión para su necesidad de compañía. Eva fue la respuesta y la provisión de Dios para Adán. Dios mismo trajo la mujer a Adán y los unió en matrimonio. La razón por la que muchos matrimonios fracasan es porque no tienen la aprobación de Dios.2). La autoridad espiritual de Dios para multiplicarse y gobernar. Génesis 1:28 sigue diciendo: “Tengan muchos, muchos hijos; llenen el mundo y gobiérnenlo; dominen a los peces y a las aves, y a todos los animales que se que se mueven sobre la tierra”. Esto es la habilidad no sólo para tener hijos, sino para liderar la familia. 3). La provisión material de Dios para la familia. Génesis 1:29 dice: “Después les dijo: “Miren, a ustedes les doy todas las plantas de la tierra que producen semilla, y todos los árboles que dan fruto. Todo eso les servirá de alimento.” El deseo de Dios es que cada familia tenga lo necesario para vivir bien. La prosperidad económica es parte de la bendición de Dios para la familia (Gén.2:8-12). La escasez no es tanto de provisión, sino de administración. 4). La familia hecha por Dios era buena. El capitulo uno de génesis termina diciendo: “Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Gén.1:31). Si la familia comenzó con la bendición de Dios y era buena en gran manera ¿Por qué hoy no vivimos con la familia en bendición? ¿Y por qué la familia dejó de ser buena?

B. Dios estableció leyes para la familia.

1). Sumisión y obediencia a su creador. Génesis 2:15-17; dice: “Dios el SEÑOR tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara, 16 y le dio este mandato: «Puedes comer de todos los árboles del jardín, 17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás.” La ley es para mantener el orden y la bendición en la convivencia humana. Donde no hay ley, hay desorden. Donde hay desorden no está Dios, pues Dios es Dios de orden (1Cor.14:33,40).
2). El orden natural para la familia, es varón y hembra. Génesis 2:22 dice: “Y de la costilla que Jehová Dios tomo del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”. La mujer fue formada para tener una unidad inseparable y compañerismo de toda la vida con el hombre, y la forma en que fue creada sirvió para establecer el verdadero fundamento del estatuto moral del matrimonio. La familia en bendición comienza con la unión matrimonial de un hombre y una mujer. Los matrimonios entre personas del mismo sexo no están en el orden de Dios, y no pueden ser familias en bendición.
3). Entrega y dedicación responsable a la pareja hasta que la muerte los separe. Génesis 2:23-24 sigue diciendo: “el cual exclamó: «Ésta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Se llamará “mujer” porque del hombre fue sacada.» 24 Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser”. El matrimonio fue establecido por Dios como una unión indisoluble (Mat.19:3-12; 1Cor.7:9-10). Sólo matrimonios estables producen familias en bendición.

C. La desobediencia del primer matrimonio, trajo grandes consecuencias para la familia.

1). Satanás logró su objetivo. Génesis 3:6 dice: “La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió.” Satanás siempre ha querido estar por encima de Dios, y poner a toda su creación en su contra. Engañó a la tercera parte de los ángeles en el cielo, y engañó también al hombre en la tierra. Satanás hizo que los ángeles en cielo, y el primer matrimonio en la tierra desobedecieran y se volvieran en contra de su creador, condenándolos así a perder sus bendiciones y vivir separados de Dios para siempre, al igual que él.
2). Con la desobediencia entró el pecado. Génesis 3:7 continúa diciendo: “En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez.” Mientras estaban en obediencia, estaban desnudos y no se avergonzaban (2:25). Pero con la desobediencia entró la conciencia de pecado. Vieron que estaban desnudos y cosieron hojas de higuera para cubrirse.

D. El pecado produjo la muerte y la maldición sobre la tierra.

La muerte espiritual. El hombre y la mujer se hallaron desnudos, solos y alejados de Dios. Sintieron miedo al escuchar la voz de Dios y se escondieron (V.8-10). Desde entonces todas las familias de la tierra fueron separadas de Dios y condenadas a la muerte física y espiritual (Rom.3:23; 6:23; Apoc.20:15).> La desunión matrimonial. Aquel Adán lleno de gozo y feliz, impactado por la compañera que Dios le había dado, que dijo: “Esto es ahora hueso de mi hueso y carne de mi carne”, ahora estaba desencantado, y respondió a Dios con amargura: “La mujer que me diste por compañera me dió de ese fruto y yo comí” (v.12). La desigualdad de género entró en el matrimonio pues Dios dijo a la mujer: “Multiplicaré tus dolores en el parto, y darás a luz a tus hijos con dolor. Desearás a tu marido, y él te dominará.” El matrimonio y la vida se convirtieron en una prueba pesada para el hombre, pues al hombre dijo: “Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa! Con penosos trabajos comerás de ella todos los días de tu vida.” (v.17).> La familia entró en crisis. El pecado no sólo produjo desunión conyugal, sino la violencia familiar, el capitulo 4:8 dice: “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató”. De allí en adelante la violencia familiar ha sido el pan de cada día en los hogares. Ésta es la razón por la que la mayoría de las personas no tienen una familia en bendición.

CONCLUSIÓN

Estaba golpeado y marcado y el rematador en una subasta pensó que por su escaso valor, no tenía sentido perder demasiado tiempo con el viejo violín, pero lo levantó con una sonrisa y grito: -¿Cuánto dan señores? ¿Quién empezará a apostar por mí? -Un dólar, un dólar- alguien replicó, después dos dólares. -¿Sólo dos? -Dos dólares y ¿quién da tres?, tres dólares, a la una; tres dólares a las dos; y van tres…Pero NO, desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelantó y recogió el arco; luego, después de quitar el polvo del violín y estirado las cuerdas flojas, las afinó y tocó una melodía pura y dulce como un coro de ángeles.Cesó la música y el rematador, con una voz silenciosa y baja dijo: -¿Cuánto me dan por el viejo violín? y lo levantó en alto con el arco.-Mil dólares y… ¿quién da dos? -¡Dos mil!, ¿Y quién da tres? Tres mil a la una, tres mil a las dos; y se va y se fue. La gente aplaudía, pero algunos decían: “No entendemos bien, ¿qué cambió su valor?” ¡Adquirido! La respuesta no se hizo esperar: “¡La Mano del Maestro!” Como ese viejo violín está la familia y necesita la mano del maestro. Sólo Dios puede ordenar tu vida y tu familia y hacer placentera tu estadía en ella. Dios es el autor de la familia y sólo Él puede hacer que sea una familia en bendición. Efesios 2:10 dice: Somos hechura Suya creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

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